Las “formen” es un texto muy difícil de entender, esto debido a que Marx lo propone como parte de un proyecto más general y ambicioso. Espero haya acertado en alguna aclaración y pueda servir como motivación para leer el texto mismo.
En este breve pero denso texto, Marx nos presenta sus reflexiones sobre algunas formaciones económicas de la sociedad anteriores al capitalismo. En ellas nos trata de formular el contenido de la historia en su aspecto más general, este contenido es lo que el denomina: progreso.
Según Marx, el hombre movido por sus diversas necesidades entabla una interacción con la naturaleza, no de modo pasivo, sino plenamente activo, transformador; en otros términos, los hombres trabajan, modifican, crean su medio natural y la vuelven social.
En tal sentido, la primera división parte por realizar importantes observaciones al sistema productivo asiático. En ella la producción se limita a la satisfacción de la comunidad y cualquier “excedente”, es consumido sin intenciones de “inversión”. Por ello, Marx aclara que las sociedades asiáticas no son propiamente sociedades de clases, o si lo es, lo es en un sentido muy primitivo.
Otra forma de sociedad, es aquella que conlleva al surgimiento de la ciudad, cuyas características principales son un marcado dinamismo expansionista. Siendo la esclavitud el pilar de su economía, aunque por sus limitaciones ello de paso posteriormente al feudalismo.
La tercera forma de sociedad es aquella que Marx denomina germánica, es decir, sociedades cuyas casas individuales mantienen una preponderancia en la producción doméstica. Tales casas sólo mantienen un vínculo entre sí por razones religiosas o en casos de conflictos con otras tribus.
Un punto importante que se debe resaltar, es el hincapié que hace Marx al proceso de individualización del hombre que lo vincula con los diferentes estadios de la historia. En otros términos, dicho proceso no es más que la manifestación de los niveles evolutivos de la propiedad privada.
Así mismo, Marx esboza minuciosamente las etapas que constituyen esta evolución económica de las sociedades. A saber, las formaciones sociales asiáticas, antiguas, feudales y burguesas.
Marx resalta el aspecto progresivo en cada una de dichas etapas, aunque tal “progreso” esta siempre en función sólo en la medida de cuanto libera al hombre de su dependencia del medio natural o social (tribu, aldea, etc.).
Posteriormente, Marx investiga el dinamismo de los sistemas antes mencionados, es decir, trata brevemente, tanto sus orígenes como las causas de la destrucción de dichas sociedades.
Por ejemplo, la sociedad asiática es desplazada por la fuerza del desarrollo del capitalismo. En el caso de las sociedades antiguas, su producción no orientada a la búsqueda y la generación de la riqueza, su diferenciación social (el ciudadano perdía su propiedad y con ello su ciudadanía) así como la esclavitud que practicaba lo condujeron al derrumbe histórico, es decir, por causas económicos sociales. Aunque de ello no se deriva según Marx, una necesidad en el advenimiento del feudalismo.
En lo referente al feudalismo, Marx no da mayores aclaraciones, en otras palabras, en ninguna de las páginas de las “Formaciones”, Marx nos brinda un análisis agudo de las contradicciones internas del feudalismo.
Se soslayan los puntos referentes a la servidumbre y a la esclavitud. Sin embargo, Marx resalta el papel de los comerciantes y artesanos urbanos, quienes van diferenciando con nitidez y fuerza la división del trabajo de modo considerablemente distinto a las sociedades antiguas. Generando con ello las condiciones para que los individuos se conviertan en mano de obra libre.
Así, el feudalismo inicia su desintegración con el crecimiento del comercio y el surgimiento de una clase trabajadora asalariada (campesinos libres). Pero Marx aclara que el posterior surgimiento del capitalismo sólo fue posible por la conjunción de tres fenómenos que ya se manifestaban en el feudalismo, a saber, una estructura social rural, el desarrollo artesanal urbano y la acumulación de riqueza monetaria derivada del comercio y la usura, aunque no por ello, esto último sea denominado propiamente capital.
Aunque es de notar según Marx, que el trabajo artesanal genera una potencial separación entre el trabajo y las otras condiciones de producción, expresando con ello un mayor grado de individualización, trayendo consigo el concepto de “trabajo libre”.
De este modo, la disolución de la servidumbre y el surgimiento de las manufacturas convierten gradualmente a todas las formas de producción, en producción capitalista, que a su vez supone la existencia de un mercado masivo.
En las ciudades se haya presentes los jornaleros que ofertan su trabajo en las grandes manufacturas, en donde el capitalista no se apropia de él sino de su trabajo. Con ello se va generando una clase de trabajadores asalariados denominados proletarios, a la que las grandes manufacturas-movidos por las necesidades de un mercado interno se ven obligadas a perfeccionar sus métodos productivos a fin de satisfacer las crecientes demandas.
viernes, 28 de agosto de 2009
Contribución a la Crítica de la Economía Política
A continuación les presento un resumen de mi lectura del texto antes mencionado. Al igual que los textos anteriores, el grado de abstracción y de dificultad no me ha permitido una lectura nada fácil. Sin embargo, los temas abordados por Marx hacen que uno se involucre en la problemática y de alguna u otra forma capte la intención del filósofo alemán. Espero les sirva de algo.
Al apreciar el modo mediante el cual Marx aborda los diversos problemas económicos, en este caso el método de la economía política; notamos el giro revolucionario con el cual plantea sus puntos de vista en comparación a sus predecesores e incluso sus contemporáneos.
Es decir, según Marx, la actividad productiva no puede entenderse como la actividad de un individuo o de individuos aislados.
Para Marx toda producción, es una producción social. De ahí que su misma actividad productiva esté socialmente determinada, en otras palabras, la actividad productiva del hombre debe pensársela socialmente aunque en la práctica adquiera modos particulares.
El estudio que Marx emprende de algunas obras burguesas, por ejemplo, “El contrato social” de Rousseau, nos hace ver la ingenua tesis de estos ideólogos que sostienen que la edad moderna genera, crea, “individuos autónomos”; individuos sin ningún tipo de vínculo sea natural o social.
Según estos, toda forma de relación social aparece mediada por intereses contingentes personales o colectivos.
Tal forma de abordar la cuestión para Marx resulta una conciencia alienada de su propio ser.
Tales concepciones son puestas en cuestionamiento por Marx al notar los diversos modos productivos en los cuales se desenvuelve el hombre dentro del sistema capitalista. Sistema que desplaza toda forma de coerción feudal para reemplazarla por la explotación asalariada propia de la burguesía consolidada.
En tal sentido, Marx enfatiza la idea de que el hombre debe ser estudiado como resultado de un proceso histórico, es decir como el producto de un determinado proceso histórico.
Es así que sólo en el capitalismo puedan surgir categorías como la “sociedad civil”, es decir la “libre concurrencia” de individuos “autónomos y aislados”, debido pues, a que el capitalismo es o representa una sociedad cuyas condiciones materiales, y por lo tanto, sus relaciones sociales, han alcanzado niveles altos de desarrollo.
Por ello cuando Marx menciona en su Introducción esta idea de “eternización de relaciones de producción histórica”, se refiere básicamente a las categorías y teorías de sus predecesores o contemporáneos que tienden a eternizar o poner bajo términos “naturales” una determinada relación de producción.
De esta forma, Marx se ve en la necesidad de criticar el método de tales teorías, en este caso el de la economía política desarrollada hasta su época, reflexionando por ejemplo sobre la categoría de “producción”, llegando a sostener que no es adecuado hablar de una producción “en general”, dado que ello nos generaría serias limitaciones si quisiéramos estudiar una determinada fase histórica de producción concreta.
De esto resulta que según el parecer de Marx, hablar de “producción en general” nos remite a categorías esenciales de toda y cualquier producción, pero sin referirse a ninguna en concreto.
La “producción en general”, entendida como categoría mental, es sólo una abstracción. Sobre todo porque deja de lado las particularidades de cada etapa de la producción. Pero resulta ser una abstracción con sentido dado que resalta lo común. Aunque “lo común” sólo tenga una existencia mental.
Esta reflexión es tomada en cuenta de modo muy agudo cuando evalúa la creación de la riqueza. Según Marx la riqueza se crea “tanto más fácilmente cuanto mayor sea el grado en que existan objetiva y subjetivamente los elementos que la crean”.
Marx usa el concepto “grado de existencia” cuando hace referencia a los elementos que permiten crear la riqueza. Es decir, el mayor o menor grado de existencia facilita o disminuye la creación de algún elemento.
Se trata así, de condiciones subjetivas cuyo grado de existencia permiten crear la riqueza, es decir, una realización concreta. Aunque agrega Marx que si bien pueden existir ambas condiciones necesarias para la creación de riqueza, estas pueden existir en grados no suficientes. Conllevando a que no se de una realización concreta o bien se produce de otra forma o conduce a un proceso de “avance y retroceso” del devenir productivo-histórico.
Al apreciar el modo mediante el cual Marx aborda los diversos problemas económicos, en este caso el método de la economía política; notamos el giro revolucionario con el cual plantea sus puntos de vista en comparación a sus predecesores e incluso sus contemporáneos.
Es decir, según Marx, la actividad productiva no puede entenderse como la actividad de un individuo o de individuos aislados.
Para Marx toda producción, es una producción social. De ahí que su misma actividad productiva esté socialmente determinada, en otras palabras, la actividad productiva del hombre debe pensársela socialmente aunque en la práctica adquiera modos particulares.
El estudio que Marx emprende de algunas obras burguesas, por ejemplo, “El contrato social” de Rousseau, nos hace ver la ingenua tesis de estos ideólogos que sostienen que la edad moderna genera, crea, “individuos autónomos”; individuos sin ningún tipo de vínculo sea natural o social.
Según estos, toda forma de relación social aparece mediada por intereses contingentes personales o colectivos.
Tal forma de abordar la cuestión para Marx resulta una conciencia alienada de su propio ser.
Tales concepciones son puestas en cuestionamiento por Marx al notar los diversos modos productivos en los cuales se desenvuelve el hombre dentro del sistema capitalista. Sistema que desplaza toda forma de coerción feudal para reemplazarla por la explotación asalariada propia de la burguesía consolidada.
En tal sentido, Marx enfatiza la idea de que el hombre debe ser estudiado como resultado de un proceso histórico, es decir como el producto de un determinado proceso histórico.
Es así que sólo en el capitalismo puedan surgir categorías como la “sociedad civil”, es decir la “libre concurrencia” de individuos “autónomos y aislados”, debido pues, a que el capitalismo es o representa una sociedad cuyas condiciones materiales, y por lo tanto, sus relaciones sociales, han alcanzado niveles altos de desarrollo.
Por ello cuando Marx menciona en su Introducción esta idea de “eternización de relaciones de producción histórica”, se refiere básicamente a las categorías y teorías de sus predecesores o contemporáneos que tienden a eternizar o poner bajo términos “naturales” una determinada relación de producción.
De esta forma, Marx se ve en la necesidad de criticar el método de tales teorías, en este caso el de la economía política desarrollada hasta su época, reflexionando por ejemplo sobre la categoría de “producción”, llegando a sostener que no es adecuado hablar de una producción “en general”, dado que ello nos generaría serias limitaciones si quisiéramos estudiar una determinada fase histórica de producción concreta.
De esto resulta que según el parecer de Marx, hablar de “producción en general” nos remite a categorías esenciales de toda y cualquier producción, pero sin referirse a ninguna en concreto.
La “producción en general”, entendida como categoría mental, es sólo una abstracción. Sobre todo porque deja de lado las particularidades de cada etapa de la producción. Pero resulta ser una abstracción con sentido dado que resalta lo común. Aunque “lo común” sólo tenga una existencia mental.
Esta reflexión es tomada en cuenta de modo muy agudo cuando evalúa la creación de la riqueza. Según Marx la riqueza se crea “tanto más fácilmente cuanto mayor sea el grado en que existan objetiva y subjetivamente los elementos que la crean”.
Marx usa el concepto “grado de existencia” cuando hace referencia a los elementos que permiten crear la riqueza. Es decir, el mayor o menor grado de existencia facilita o disminuye la creación de algún elemento.
Se trata así, de condiciones subjetivas cuyo grado de existencia permiten crear la riqueza, es decir, una realización concreta. Aunque agrega Marx que si bien pueden existir ambas condiciones necesarias para la creación de riqueza, estas pueden existir en grados no suficientes. Conllevando a que no se de una realización concreta o bien se produce de otra forma o conduce a un proceso de “avance y retroceso” del devenir productivo-histórico.
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